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Foto del escritorFundación Surjoven

DÉFICIT EDUCACIONAL POR TRABAJO INFANTIL

Más de 196 mil niños y adolescentes trabajan en Chile. De ellos, 107 mil lo hace en condiciones inaceptables, no cumplen la edad mínima de admisión legal al empleo de 15 años, no asisten a la escuela, trabajan en la calle, de noche o por más tiempo que la jornada legalmente establecida para todos los trabajadores.


Entre febrero y abril del año 2003 el Instituto Nacional de Estadísticas aplicó la Encuesta Nacional de Actividades de Niños y Adolescentes, encomendada por el Ministerio del Trabajo y de Previsión Social y la Organización Internacional del Trabajo. Esta fue una iniciativa conjunta para cuantificar de manera fidedigna los alcances de este problema en Chile. Los estudios disponibles sobre Trabajo Infantil permiten asociar las variables de pobreza, bajos ingresos, tradiciones familiares, abandono familiar, alcoholismo de los padres, baja escolaridad, deficiente capacitación y deprivación cultural como características que potencian la vulnerabilidad del desarrollo de la infancia.


El rol que asumen las instituciones de educación por la erradicación del Trabajo Infantil es fundamental, ya que desde temprana edad los docentes tienen la posibilidad de enseñar y sensibilizar a los niños y niñas, así como a sus padres, respecto a los derechos de los educados, además de potenciar la construcción de la confianza, la creatividad, el respeto, la autoestima y la solidaridad, en el contexto de las relaciones que se establecen en el aula y con la familia.

El desafío de la educación De primera necesidad es la educación de los jefes de hogar con trabajo infantil y adolescente. De acuerdo a la encuesta, más de la mitad de los niños y adolescentes que realizan trabajos inaceptables o quehaceres domésticos, pertenecen a hogares en los cuales el jefe de hogar no terminó la enseñanza media. Al contrario, donde no hay niños y adolescentes que realicen tales actividades, éstos tienen mayores niveles de estudio. Los niños y adolescentes que trabajan en actividades inaceptables, así como los dedicados a quehaceres del propio hogar, restan parte de su tiempo y energía a la educación. En algunos casos, dejan de asistir a clases, con el consiguiente retraso en sus estudios. En otras ocasiones, el cansancio no les permite asimilar los conocimientos y desertan del sistema escolar. Los niños y adolescentes que realizan quehaceres del hogar son los que presentan mayores problemas de abandono escolar, ya que un 33, 2% (13.697 niños y adolescentes) se margina del sistema educacional. Una parte importante de ellos, ya ha dejado de asistir a la escuela y, de los que aún acuden, muchos faltan regularmente a clases o no están en el grado que corresponde.


Causas de los problemas de asistencia escolar En el caso de los niños y adolescentes que trabajan en condiciones inaceptables y de quienes realizan quehaceres del hogar, las razones por las cuales no asisten a la escuela son claramente diferenciables por sexos. Mientras en el caso de los hombres las razones son principalmente económicas (41,1%) y de problemas de conducta o aprendizaje (47,0%), entre las mujeres las causas se refieren más bien al embarazo y la maternidad, y en segundo lugar a trabajar o buscar trabajo. Y todos querían ser profesionales...

A un 71,6% de los niños y adolescentes encuestados les gustaría ser profesionales universitarios. No existen grandes diferencias entre los deseos de estudiar del grupo que se desempeña en trabajos inaceptables, el de mujeres que realizan actividades en el propio hogar por 21 horas o más, y el de los que no trabajan. Las aspiraciones de los niños y adolescentes no se relacionan con su propia realidad; lamentablemente, la opción de la educación técnica tampoco aparece como interesante, ya que sólo menos de un 20% de ellos la ve como alternativa.




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